Se trató de una microempresa de zapatos
Jhonny Rivera cuenta la anécdota como “uno de los fracasos grandes de mi vida”, al referirse a que un tiempo se puso a diseñar zapatos para poder salir adelante económicamente.
“Una alternativa era hacer unos zapatos de mujer suecos que un amigo em enseñó a hacer”, dice el artista, quien asegura que no vendió ni uno por lo feos que le quedaron.
Para poder haber puesto en marcha su emprendimiento, la mamá de jhonny consiguió prestado un millón de pesos, pero por no haber vendido ni un solo par de zapatos no pudo pagárselos en aquella época.